La colaboración, más que la competencia, es el camino a seguir por los medios de interés público
Fuente:Journalism.co.uk
Informe para el Mundo anima a las redacciones de los países del Sur a colaborar para aprovechar las oportunidades comunes de captación de audiencia y generación de ingresos.
Por: Jacob Granger
Crédito foto: Mathew Schwartz on Unsplash
«Para superar esta crisis existencial de los medios de comunicación locales, tenemos que adoptar el enfoque de la colaboración frente al de la competencia», afirma Preethi Nallu, directora mundial de Report for the World (RFW).
RFW es una organización para el desarrollo de los medios de comunicación que dirige un programa con 32 redacciones asociadas en 20 países de Asia, África, América Latina y Europa del Este. Trabaja para fortalecer los modelos de negocio y los procesos editoriales de organizaciones de noticias con pocos recursos.
Celebra convocatorias estacionales en las que las redacciones pueden recibir ayuda en un sistema de dos vías. RFW ayuda a apuntalar su labor informativa de interés público, al tiempo que busca formas de monetizarla.
Estas redacciones asociadas pueden solicitar hasta tres reporteros especializados durante tres años, que cubran históricamente la corrupción, el cambio climático, la salud, la educación, el género y la justicia penal. A veces, estos temas se solapan y se entrecruzan.
RFW paga la mitad de los salarios de los reporteros durante dos años, mientras que la redacción asociada paga el resto. Durante el tercer año, la ayuda se reduce a un tercio de los costes salariales.
Preethi Nallu, directora global de Report for the World: «Queremos dejar ecosistemas de periodismo local más fuertes y resistentes que cuando entramos», dice Nallu, hablando en el podcast Journalism.co.uk.
Añade que este sistema es distinto de las becas porque el objetivo es garantizar que la función siga existiendo después de que RFW deje de prestar su apoyo. Unos modelos de negocio más sólidos y un personal más cualificado hacen que las operaciones informativas sean más resistentes, sofisticadas y especializadas.
Para valerse por sí mismas, las redacciones deben inspirarse y asesorarse en colegas de éxito, afirma Nallu. Nallu está convocando redes ligeras entre iguales para redacciones que trabajan en temas similares y afrontan retos comunes.
«Vemos que las redacciones más sostenibles tienen modelos de ingresos híbridos, una combinación de afiliaciones, ingresos de los lectores, campañas, boletines, eventos digitales y presenciales y, por supuesto, subvenciones públicas y privadas», explica Nallu.
En su red hay algunos de los principales candidatos, como las campañas de boletines de noticias basadas en la actualidad (The Daily Maverick, en Sudáfrica), las campañas de afiliación conjuntas con otros medios (The News Minute, en la India) y los proyectos de crowdfunding (Agência Pública, en Brasil).
«Queremos saber qué ha funcionado y por qué; qué ha creado impacto; cuándo se ha convertido en ingresos; y cómo podemos integrarlo en el proceso editorial desde el principio del proyecto».
Incluso organizaciones con condiciones de mercado muy diferentes han encontrado puntos en común. La Agência Mural de Brasil y el Citizen Bulletin de Zimbabue sirven a comunidades hiperlocales marginadas, pero en contextos diferentes.
Ambas utilizan WhatsApp para llegar a su público e interactuar con él, y ahora comparten ideas sobre cómo convertirlo en una fuente de ingresos.
Nallu observa ahora el sur de Europa como una posible zona de expansión, ya que países como Grecia, España, Portugal e Italia atraviesan circunstancias económicas difíciles y cierres de medios de comunicación tras la crisis de la covacha. La falta de personal en las redacciones también es un problema, ya que se deja en manos de editores y fundadores la experimentación y el impulso de la innovación.
La eurodiputada tratará de fomentar la colaboración a ambos lados del Mediterráneo, estudiando los ecosistemas informativos de Túnez, Argelia, Libia y partes del Levante.
Trabajar juntos podría ayudar a aliviar tanto la crisis económica como la de confianza que golpean duramente a las redacciones. Mejor aún, puede proporcionar información clave a comunidades que no confían en sus gobiernos.
«No es tan sencillo llegar al público con estas historias e investigaciones tan complejas e interrelacionadas», afirma Nallu.
«Tenemos que inventar nuevas formas de trabajar juntos en los reportajes para poder ofrecer una imagen más completa de lo que está pasando, pero también para aunar recursos para sobrevivir a este periodo».